La exposición parte de una propuesta pictórica que tiene como punto de referencia el cuadro «La Tempestad» (1506) del pintor renacentista italiano Giorgione. Este cuadro pintado en el S. XVI es un lienzo enigmático que todavía hoy se desconoce su significado, pero que de alguna manera fue una premonición de los cambios sociales y económicos del final del Renacimiento.
A partir de esta idea, tres artistas contemporáneos expresan a través de imágenes fotográficas y pictóricas la realidad actual de una sociedad sometida a un cambio constante e inestable, conectada con el término «tiempo líquido», término utilizado por el sociólogo polaco Zymunt Bauman, que describe los cambios económicos y sociales de una sociedad contemporánea marcada por la ansiedad y un futuro lleno de incertidumbres.
El fotógrafo italiano y antropólogo italiano Andrea Lolicato realiza el reportaje documental «Más frágil que una burbuja» sobre 18 familias afectadas por la burbuja inmobiliaria y el desalojo de sus viviendas. La historia de estas familias de Madrid y Barcelona y sus área metropolitanas muestra casos de vulnerabilidad social, desesperación e impotencia por la deuda hipotecaria contraída con las entidades financieras y que continua vigente a pesar que las familias han perdido su trabajo.
El pintor Tito Inchaurralde, original de La Rioja, transmite con su pintura una sensación de malestar y rabia de nuestra sociedad actual del bienestar consumista. Mediante la serie «Living – Room», donde unos sofás metáforas de la sociedad de bienestar, naufragan entre grandes olas. Encontramos pinturas hiperrealistas, como por ejemplo: «Volver al orden» y «Pequeño conflicto vecinal», cargadas de un cierto caos de fragilidad contemporánea.
El artista Sorel Seele, recurre a imágenes fotográficas que representan el ascenso y la caída de un bróker de la bolsa agitado por los vaivenes de la economía globalizada. Está basada en la novela de «The Crack-Up» del escritor norteamericano Scott Fitzgerald y con la influencia pictórica de Edward Hopper.